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domingo, 22 de enero de 2012

INVASIÓN DEL CARACOL AFRICANO EN COLOMBIA

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Al mortal y destructor molusco lo trajeron para hacer negocio con su baba.
A simple vista es un simple caracol, lento e inofensivo, hasta podría calificarse como tierno. Pero el molusco, gigante para el promedio de sus congéneres, se está volviendo una amenaza nacional, no sólo ambiental y agrícola, sino incluso para la salud pública.
Se trata del caracol africano (Achatina fulica), que llegó al país desde Kenia, Mozambique y Tanzania, al parecer, en un intento de algunos comerciantes del sur del país por hacer negocio con su baba y su carne. Sin embargo, ahora se está convirtiendo en una de las especies más peligrosas para el país y está dentro de las 100 más riesgosas del mundo, de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uicn).
Desde el punto de vista ambiental es una especie invasora que desplaza a otras y destruye ecosistemas. Para los agricultores es una plaga que destruye cultivos. Y para toda la población, un animal que pone en riesgo la salud, porque aunque no es venenoso, es portador de un parásito que causa dolores abdominales y meningitis, una dolencia potencialmente mortal.
Cuando el caracol contamina alimentos que son consumidos sin lavar, la persona se expone a que dicho parásito migre dentro de su cuerpo. Cuando eso ocurre pueden producirse irritaciones directas e indirectas que inflamarían las membranas (meninges) que cubren el sistema nervioso.
Otra forma de contagio es ingiriendo la carne del caracol luego de una mala preparación o llevando su mucosidad a los ojos, la nariz o la boca, después de tocarlos.
Aunque el Ministerio de la Protección Social no ha confirmado la muerte de alguna persona en Colombia por haber tenido contacto con el caracol -reporte que ha sido confrontado con el Instituto Nacional de Salud, según lo informó Arturo Díaz, coordinador del grupo de Salud Ambiental de este ministerio- el país sigue en alerta.
Lo que comenzó como una amenaza local en los Llanos Orientales, se ha vuelto un problema nacional. El caracol ya está en 11 municipios de ocho departamentos, algunos de ellos con gran vocación agrícola: Puerto Asís y Mocoa (Putumayo), Villavicencio (Meta), Purificación (Tolima), Mitú (Vaupés), Yopal y Paz de Ariporo (Casanare), Santa María (Boyacá), Tame (Arauca), al igual que en Buenaventura y Cali (Valle).